Dos años de cambio radical en alimentación: pandemia, inflación y adaptación a las crisis
La pandemia fue la gran prueba de fuego para muchas empresas de la alimentación y la restauración que, una vez sobrevivida, se han vuelto expertas en adaptarse a todo tipo de crisis y ven las mascarillas como el recuerdo lejano de otra vida. Solo han pasado dos años desde la anterior edición de Alimentaria en 2022 y, sin embargo, nada tiene que ver el ambiente de entonces con el que se respiraba esta semana en Barcelona, empezando por las caras al descubierto.
Si el uso de la mascarilla marcó la experiencia de los visitantes en plena recuperación poscovid, ahora el olfato, el gusto y el resto de sentidos se han podido emplear a fondo para absorber la oferta de este año de récord, con 3.200 compañías expositoras que han ocupado cerca de 100.000 metros cuadrados.
Había muchas ganas de feria e incluso de fiesta, con sesiones de música y cócteles en barra, sobre todo por la tarde, cuando el mundo de la alimentación parecía relajarse, tras constatar un aumento de los encuentros profesionales y las oportunidades de negocio.
Atrás quedaron la distancia de seguridad, la ausencia de apretones de manos y el miedo al contagio que tanto condicionaron la cita de 2022, tras una pandemia global que obligó a cerrar empresas, contraer la actividad, en unos sectores más que en otros; y lidiar con un sinfín de restricciones.
Los compradores asiáticos han regresado esta vez por la puerta grande, acogidos en ese intento de internacionalizar más el sector alimentario español, que ha vuelto a demostrar su potencia exportadora.
Buenas vibraciones
La directora de Marketing de la empresa cárnica Argal, Meritxell Domingo, reconoce haber visto mucho más “dinamismo, positivismo e innovación”, a diferencia de hace dos años, cuando el sector vivía con la incertidumbre de no saber cómo se iba a comportar el mercado.
“Este año hemos hecho más cata de producto, hemos estado más tiempo con los clientes y hemos podido compartir opiniones sobre los productos lanzados”, apunta Domingo sobre las ventajas de un contacto físico que las reuniones virtuales no tienen.
De entrar en modo supervivencia y hacer todo lo posible para mantenerse a flote, las empresas han pasado a un punto de “resiliencia permanente” en el que han apostado de nuevo por la innovación, la diversificación y el posicionamiento de la marca más allá de las dificultades de cada momento.
Además, existe la percepción de que se ha superado lo peor de la inflación, que para muchas compañías supuso una subida repentina de los costes de producción y un desbarajuste en los precios de venta difícil de controlar.
El director comercial de la empresa de zumos Juver, Joaquín Jiménez, considera que el sector ha aprendido a “vivir en la incertidumbre” y “manejar situaciones que eran impensables”, antes que perder oportunidades.
Alimentaria & Hostelco sigue siendo un escaparate de referencia para el lanzamiento de nuevos productos, como el potenciador de cerveza Llop Hop, cuyo socio Albert Castellón está a punto de empezar a vender a la restauración.
“En 2022 nos estábamos recuperando de la pandemia y ahora miramos más al futuro. La gente quiere diferenciarse, innovar y lanzar nuevos productos porque sabe que es el motor necesario para crecer y tirar adelante”, sostiene.
En opinión del empresario, ha habido un salto “cualitativo” en la feria, pues los expositores han acudido con una “intención muy clara y un plan comercial detrás”.
Productos para cada público
En esta edición cada segmento ha buscado su nicho de mercado, tanto por el lado de la salud y la sostenibilidad como por el de la relación calidad-precio. Un ejemplo ha sido la línea de productos ecológicos, que en España supone el cultivo de 2,6 millones de hectáreas y un consumo doméstico por valor de más de 2.500 millones de euros.
La empresa murciana Rational Food ha llevado a la feria su proyecto Plántate, que desarrolla productos veganos con etiqueta ecológica como un arroz con leche y una salsa boloñesa. Su representante comercial Pedro Martínez cree que, tras una pandemia que suena a pasado remoto, se han generado nuevas necesidades y el consumidor es más consciente del cambio climático y de la importancia de respetar el medio ambiente.
Van cambiando los hábitos de consumo y las empresas del sector están atentas a cualquier señal que les guíe en el camino. Como en Alimentaria, donde un cartel luminoso a la entrada ya avisaba de que “ahorrar agua es urgente” porque la realidad de la sequía obliga a actuar a todos.
Fuente: www.mmmedicalpr.com