¿Qué es la sitofilia? Seis recomendaciones para sacar el máximo partido a esta práctica sexual
A muchos el término les dirá más bien poco pero quienes tengan una cierta edad recordarán perfectamente una de las más célebres escenas de la película Nueve semanas y media en la que Kim Basinger y Mickey Rourke daban rienda suelta al placer jugando y embadurnándose con comida frente a la nevera. Esta práctica recibe el nombre ‘sitofilia’ o ‘food play’ (juego de comida en inglés) y se refiere al fetichismo sexual en el que se mezcla el erotismo y la comida.
Arola Poch, sexóloga de la plataforma Wyylde, aclara que la sitofilia no tiene nada que ver con los alimentos afrodisiacos cuya efectividad, por cierto, deja en entredicho: “A la canela, las ostras, las fresas o el chocolate se les atribuyen poderes mágicos para aumentar la libido y mejorar el rendimiento sexual, pero la evidencia científica es apenas inexistente“.
La experta explica que algunos alimentos contienen fenitelamina y anandamina, que estimulan la generación de dopamina y endorfinas, hormonas de la felicidad, el placer y presentes en el deseo sexual. O bien zinc o vitamina C, que estimulan el riego sanguíneo. Pero la cantidad de estas substancias es tan poca que el efecto es inexistente. “Otra cuestión es la sugestión que cada cual pueda hacerse al ingerir determinados alimentos ya que el efecto placebo sí está demostrado”, cuenta Poch.
Precauciones al mezclar comida y sexo
Para que el juego erótico con la comida sea lo más satisfactorio posible, la sexóloga ofrece algunos consejos básicos para evitar problemas indeseados: “Si los alimentos tocan en general el cuerpo en zonas no íntimas, en principio no supone un gran riesgo, más allá de reacciones alérgicas que se puedan tener a determinadas componentes y cuestiones de lógica como evitar el contacto con los ojos”.
Sí recomienda tener un especial cuidado al utilizarlos en la zona genital: “Entonces sí que conviene tener mayor precaución, ya que son zonas sensibles que se pueden irritar con facilidad”, asegura. “No es recomendable introducir ningún tipo de alimento o bebida (fresas, chocolate, miel…) por la vagina o el ano, ya que pueden favorecer la aparición de infecciones”.
Poch también desaconseja la introducción de hielo (o polos de helado), ya que este se puede pegar en las paredes de la vagina y causar lesiones ni usar alimentos con forma fálica (por ejemplo calabacines) a modo de dildo.
Por último advierte que “si se necesita un extra de deslizamiento, nada de optar lubricantes caseros tipo mantequillas o aceites. No van a hacer la función esperada y el riesgo de infección es elevado. Además de que hay probabilidad de que dañen el preservativo. Se recomienda usar siempre un lubricante apto para uso genital”.
La sexóloga propone seis juegos eróticos para practicar sitofilia:
Sin platos
Colocar diferentes tipos de alimentos o bebidas sobre el cuerpo de la otra persona para, después, retirarlos con la boca o la lengua, comiendo o lamiendo. “En el cine encontramos multitud de ejemplos de esta práctica. Salma Hayek en Abierto hasta el amanecer, de 1996, dejó boquiabiertos a los espectadores cuando la bailarina da de beber a través de su pierna a un atónito Quentin Tarantino”, recuerda.
Nyotaimori y nantaimori
Relacionado con la práctica anterior, se trata de comer sushi o sashimi servido directamente del cuerpo desnudo de otra persona, de una mujer en el caso de nyotaimori y de hombre en el nantaimori. “En un capítulo de la serie Sexo en Nueva York, Samantha espera a su amante desnuda convertida en una bandeja de sushi y la escena se repite en Kill Bill: Vol. 1, con Hattori Hanzo mostrando sus habilidades culinarias”.
El observador
El acto de comer un alimento puede ser muy sensual sobre todo si tiene una forma sugerente. “Comer un helado o un plátano, por ejemplo, puede ser un estímulo visual muy potente por la asociación de ideas que se puede llegar a hacer y por el papel protagonista que tienen boca, labios y lengua, zonas muy implicadas en el sexo. En la película Cómo acabar con tu jefe, Jennifer Aniston comía sensualmente helado, plátano y salchichas”, comenta.
Dar de comer
Dar de comer o ver como comen otros puede también resultar excitante en el contexto adecuado. Esta práctica se conoce también como feederismo. “Recordamos aquí la famosa escena de Nueve semanas y media, donde Mickey Rourke alimenta eróticamente a una Kim Bassinger con los ojos cerrados”.
Sploshing o embadurnar el cuerpo con alimentos
Para este juego vale casi cualquier tipo de alimentos (dulces, salados, platos cocinados como espaguetis o natillas) que se pueden aplastar contra el cuerpo estimulando los sentidos del tacto, el gusto y el olfato. “También se le conoce como WAM, acrónimo de wet and messy fetishism, fetichismo húmedo y desordenado, que da una imagen bastante gráfica de la cuestión. En la película Nueve semanas y media, la escena sexual descrita antes acaba de forma bastante pringosa”, añade.
Hielo
Jugar con determinados alimentos en la zona genital de la pareja que potencien la sensación de frío puede resultar un extra de placer. “El hielo será aquí nuestro mejor aliado, aunque también podemos usar un alimento o juguete sexual que haya estado dentro del congelador durante un rato; existen en el mercado dildos de cristal para jugar con las temperaturas”.
La experta explica que al contacto con el hielo, nuestro cuerpo reduce el riego sanguíneo, pero, una vez retirado, hace justo lo contrario, aumentarlo, lo que puede hacer que sintamos mucho más placer en las zonas en las que se ha aplicado. “La tórrida escena sexual de la serie The Idol, en la que The Weeknd y Lily-Rose Depp usan un cubito de hielo nos recordó a todos que puede ser un juguete erótico muy económico”.
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Fuente: www.mmmedicalpr.com