Pele, el miope que se hizo un futbolista legendario
En los momentos en que la existencia les daba un respiro, João y Edson se pegaban a la radio para imaginar las fantasias con la pelota que realizaban heroes dibujados en sus mentes. Ese aparato fue el medio por el que escucharon la victoria de Uruguay sobre Brasil en el Mundial de 1950, el mitico Maracanazo. “No llores, papa. Yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti”, le dijo Edson a João cuando lo vio destrozado por la derrota de su pais.
Edson habia comenzado a patear cualquier cosa con forma de pelota en Três Corações, donde sus amigos lo alineaban los primeros minutos del partido en el arco, para que la goleada del equipo que lo tuviera no llegara tan rapido. Bajo la porteria fue llamado Bile, pues era el nombre del arquero del club en el que jugaba su padre. Luego, Bile muto a Pele, el sobrenombre que lo colmaria de inmortalidad.
En Bauru, Pele no dejo de jugar a la pelota y en uno de sus partidos aficionados se cruzo con Waldemar Brito, futbolista de Brasil en el Mundial de Italia 1934. El talento estrafalario del niño dejo la mente de Brito llena de asombro y corrio a buscar a Maria Celeste Arantes para explicarle que su hijo tenia condiciones para llegar a ser el mejor del mundo. Le costo convencerla para que Pele no trabajar mas y le permitiera llevarselo a probar al Santos.
Pele, con naturalidad, paso el desafio en el club en el que se haria perpetuo y con 15 años debuto con el equipo profesional, en 1956. Se convirtio en goleador y campeon del Torneo Paulista, region en la que rapidamente se dio a conocer por sus magicas exhibiciones, las cuales un año despues desplego en un certamen entre equipos brasileños y europeos en Rio de Janeiro. Alli fue observado por Vicente Feola, por entonces entrenador de la seleccion de Brasil.
(El contraste entre Diego y Maradona)
El 7 de julio de 1957, sin haber cumplido 17 años, Pele disputo su primer partido con el combinado absoluto de Brasil en un amistoso frente a Argentina en el Maracana. Pocos encuentros necesito el joven que deleitaba a los aficionados para ganarse la convocatoria al Mundial de Suecia 1958. Ocupo el lugar de Luizinho, que era la figura del poderoso Corinthians. Su llamado genero polemica en el entorno futbolero de Brasil a causa de su juventud, pero Feola estaba convencido.
Y Pele, quien casi no va a ese Mundial por un informe que decia que tenia los pies planos y por un psicologo que se atrevio a afirmar que tenia indicios de retraso mental, no defraudo pese a llegar golpeado a Suecia, razon por la cual no estuvo en los primeros partidos. Aparecio con un gol definitivo contra Gales en cuartos, con otros tres mas frente a Francia en semifinales y un sombrero memorable con definicion eficiente en la final frente a los anfitriones. Asi seco las lagrimas de su padre.
En Chile 1962 apenas disputo un partido, pues tenia un dolor insoportable en la ingle y Garrincha se convirtio en la figura de esa Brasil campeona. En Inglaterra 1966 volvio a sufrir: los portugueses y los hungaros lo frenaron a patadas y su conjunto no paso de primera ronda. Pero en Mexico 1970 el y el balon volvieron a sonreir, con los toques, gambetas, goles y combinaciones junto a Gerson, Tostao, Rivelino y Jairzinho, entre otros artistas que desplegaron una de las mejores obras de la historia.
Su miopia, diagnosticada por los medicos del Santos cuando tenia quince años, no impidio que dentro del terreno de la verdad analizara cada suceso mejor que compañeros y rivales. “Es cierto, soy corto de vista”. Eso no fue problema para ser tres veces campeon del mundo, ganar dos Copas Libertadores con Santos, anotar 1.284 goles y retirarse en 1977 con el Cosmos de Nueva York como uno de los mejores de todos los tiempos.