Final Champions League: El Real Madrid gana la 14ª al Liverpool

Courtois, héroe de París

Todas las finales tienen un nombre propio, pero en este caso, el Real Madrid no se acordará solo del autor del gol que dio la victoria a su equipo en la final, sino del que evitó los goles de un rival que disparó hasta en 24 ocasiones. Las nueve paradas de Thibaut Courtois mantuvieron en pie a su equipo durante todo el partido, con actuaciones decisivas de principio a fin.

Su feroz duelo con Salah arrancó al cuarto de hora de partido y esa estirada colgó el cartel de cerrado en la portería blanca esta noche. El remate del egipcio dentro del área pequeña fue la primera gran ocasión del partido y la primera del enfrentamiento Salah-Courtois, que cayó del lado del belga, elegido mejor jugador de la final.

Cinco minutos después, a los 20, Mané ejecutó un gran disparo que tocó Courtois lo justo para que pegase en el palo y evitase el tanto en contra. Fueron las dos mejores ocasiones de un Liverpool que puso en muchos problemas al Madrid en la primera parte. Los blancos acabaron sacudiéndose la superioridad rival con el paso de los minutos, pero cuando encontró puerta y marcó por medio de Benzema, el gol fue anulado por fuera de juego.

Vinicius Jr., un gol para la historia del Madrid

Nadie olvida los goles de las finales y nadie olvidará el gol de Vinicius Jr. este 28 de mayo. Después de un buen inicio de segunda parte del Liverpool, de nuevo como un tiro, el Real Madrid golpeó a su rival en una de las pocas ocasiones claras que tuvo en todo el encuentro. Fede Valverde, finalmente titular en detrimento de Rodrygo, metió un centro-chut que aprovechó Vinicius Jr. en el segundo palo para hacer el gol que le ha dado a su equipo la Champions.

El brasileño, fundamental esta temporada en los éxitos del Real Madrid, se llevó la gloria de una final en la que no dispuso de muchas oportunidades, pero supo aprovechar la definitiva.

A partir de entonces, el Real Madrid supo gestionar con acierto el resto de la final con el marcador a favor. Apoyado en un Courtois espectacular, que no bajó su nivel en ningún momento y siguió sumando intervenciones de mérito una y otra vez ante los intentos de Salah, el equipo blanco se mantuvo inalterable hasta el pitido final. No amplió su renta, pese a contar con ocasiones a la contra por medio de Casemiro o Ceballos, pero consiguió mantener a raya a su rival.

Acto seguido, los blancos, por decimocuarta vez, alzaron al cielo la deseada Copa de Europa. Lo hizo Marcelo, como capitán blanco, para el delirio de toda la plantilla merengue y de todos los aficionados de las gradas de París. Mientras, miles de aficionados ya celebraban el título en casa, alrededor de una Cibeles que tiene mucho que celebrar.